domingo, 23 de junio de 2013

Las palomas en tanto plaga

Los que conocen a mi mamá saben que ella es una gran defensora de los animales.
Y justamente la semana pasada se cruzó con alguien que le empezó a hablar de las palomas. Le dijo que habría que usarlas para hacer tiro al blanco, cazar o matarlas a todas porque al haber demasiadas, en definitiva, eran una plaga.
Ella, normalmente, le hubiera dado una respuesta elocuente y a la vez escueta. Entiéndase: un palazo en la cabeza para que pensara mejor o empezara a pensar.
Pero no, esta vez no. Esta vez se puso a reflexionar y se dio cuenta de que cuando el otro tiene razón, tiene razón. Y así se lo dejó saber. Le dijo:
- Tiene toda la razón. Con los seres humanos habría que hacer lo mismo porque somos demasiados, somos una plaga!

Y el otro no le contestó nada. Se habrá quedado pensando (si es que podía).

Y ella siguió por la vida, con menos frustración y más feliz. Varias veces ya me había dicho: "Cami, me dijeron algo que no me gustó y "me quedé pagando". En ese momento no se me ocurrió una respuesta apropiada, siempre se me ocurren una semana más tarde". Y otra vez agregó: "Cami, como me gustaría que la vida fuera como una cinta, así podría rebobinar y actuar como me hubiera gustado. Aunque más no fuera para responder o responder algo distinto. Pero no puedo pretender cambiar las leyes de la física simplemente para sentirme mejor...".     

Al fin escucho algo inteligente

Mi mamá estuvo hablando con una psicóloga porque, según ella, yo estoy en franca rebeldía ante la inminente llegada de la hermanita bebé.
Ella le dijo: ¿Cómo te sentirías vos si alguien te dijera: desde el lunes vas a tener que compartir tu marido, tu dormitorio y todas tus cosas?
Y si además pretendiera que te sintieras super contenta porque, al fin y al cabo, ¿no es re lindo compartir?!

Del otro lado, silencio. Se quedó pensando...

Cami


Recordando momentos lindos. Con mi mamá en la plaza, antes de tener que compartirla.

sábado, 22 de junio de 2013

Disfrutando del agüita con mi papá

Recordando buenos momentos de antes de tener que compartir a papá. Termas de San José, febrero 2013.

Los psicólogos deberían leer a Schopenhauer

 Y, ¿por qué no?, los filósofos también...

" Uno son el torturador y el torturado. El torturador se equivoca, porque cree no participar en el sufrimiento; el torturado se equivoca porque cree no participar en la culpa".

" Aún cuando no exista un motivo preciso, soy presa permanente de una inquietud violenta que me hace ver y sospechar peligros donde no existen pues magnifica infinitamente el menor contratiempo y dificulta al extremo las relaciones con la gente".

jueves, 20 de junio de 2013

Los padres y sus problemas de adaptación

Mi mamá no puede aceptar que ya no sea una beba.
Acá la ven, sin ningún sentido, lleva a pasear mi cochecito:
(Mendoza, marzo 2012)

Yo, en cambio, con total sentido, llevo un carrito con mi bebé:



Me pregunta si quiero subirme a mi cochecito y yo le vuelvo a decir que no. Pasa el tiempo y ella empieza a sentirse frustrada. Le dice a mi papá: "¿Para qué lo traje?"

Le veo la cara de resignación. Hasta me parece un poco llorosa. Entonces decido hacer algo para ayudarla. Le digo a mi papá: "Estoy cansada. ¿Me llevás el bebé y el carrito?". Y me siento en mi cochecito mientras bostezo.

Ahora sí la veo contenta. Con una sonrisa dice: "¿Viste que fue buena idea haberlo traído?"

Camila

martes, 18 de junio de 2013

¡Sigo dibujando!

Este fue mi primer dibujo figurativo. Estamos mi papá (a la derecha), mi mamá (en el medio con la hermanita bebé en la panza) y yo soy la chiquita de la izquierda. El sábado 4 de mayo me levanté inspirada y después de tomar el desayuno, me puse a dibujar.
Mi mamá lo puso en la heladera sostenido por un imán :).  
 
 

 
 
El miércoles siguientes me vino a visitar mi abuela y yo le hice un dibujo. A continuación pueden ver un monstruo, un sol rosa y el puntito negro de la izquierda es una nena que se esconde del monstruo (no del sol). 
 

Y el jueves le hice un dibujo a mis primos. Estaban mi tía, mi tío y mis dos primos. Ya se los regalé.
Si son muy detallistas habrán notado que en el dibujo de papá y mamá, mamá me salió más alta que papá. Y en este caso me pasó lo mismo, mi tía resultó un poco más alta que mi tío. No, no quise cambiar las convenciones visuales respecto a la altura. Tampoco es que mi imagen de la mujer sea demasiado fuerte ni que la figura materna sea demasiado dominante en mi vida (Quedáte tranquila, má!). Lo único que puedo decirles, parafraseando a Freud, es que a veces un cigarro es la representación del padre, de la vida que se consume o de la juventud que se esfuma, pero, otras veces un cigarro es... un cigarro! Si lo sabría Freud que fumaba y especialmente cuando fumaba!
   

jueves, 13 de junio de 2013

La gotita super-poderosa o la gota cósmica (o de como una gotita de agua logra ensuciar toda la casa y más allá...)

Todo comenzó cuando a mi mamá se le cayó una gota de agua en el piso de la cocina. Mi papá se alarmó: dijo que había que secarla lo antes posible. Mi mamá puso cara de escepticismo, de "no es para tanto", de "no existe". Yo le expliqué a mi papá (mientras mi mamá asentía) que todo lo que se moja, se seca por sí mismo (menos el agua, claro). Pero de nada sirvió que le explicara el ciclo completo del agua que me habían enseñado en el jardín, ese según el cual el agua se evapora, forma una nube, se condensa, llueve, vuelve a mojar y se vuelve a secar...Seguía altamente preocupado. Según él íbamos a pisar la gota con los zapatos sucios de polvo de la calle, íbamos a dejar huellas negras por toda la cocina, luego esa suciedad se iba a extender por el resto del departamento... Eventualmente por el pasillo del edificio y el palier de entrada hasta llegar de vuelta a la calle.

Entonces, en ese momento empecé a ver la gotita bajo otra óptica. ¡Lo sabía! ¡Tenía super-poderes!!! Si hubiera estado Cortázar entre nosotros, habría podido escribir un cuento fantástico (en los dos sentidos de la palabra)sobre una gota que, una vez apostada casualmente sobre el piso de una cocina, terminaba dejando su huella indeleble por toda Latinoamérica. O, mejor aún: ¿Se imaginan a Macedonio Fernández? Macedonio escribió un cuento llamado "El zapallo cósmico" que trataba sobre un zapallo que crecía tanto, pero tanto, que primero ocupaba todo el jardín, después el jardín y la casa, luego el barrio, más tarde todo el país y terminaba ocupando todo el universo. O mejor dicho, el universo se terminaba convirtiendo en un gran zapallo! Macedonio bien podría haber escrito un cuento sobre una gota de agua que terminaba ensuciando todo el Universo. Seguiría la discusión sobre si el Universo es infinito e ilimitado o si, como sostuvo Stephen Hawking, el espacio-tiempo es curvo y, por tanto, el Universo finito. Pero ahora habría grupos en Facebook y cadenas de oración para que fuera curvo y hubiera así alguna posibilidad de limpiarlo. Los físicos, gente más seria, seguiría discutiendo, claro está, de manera más objetiva y exponiendo diversas teorías sobre su infinitud o no. Pero al menos todos estarían de acuerdo en una cosa: en que fue la gotita que se le cayó a mi mamá en algún instante del espacio-tiempo la que lo ensució!

               

Así empezó todo!
 
 


Tomando un café. Antes de saber que había caído una gota de agua en la cocina y los peligros que entrañaba.

sábado, 1 de junio de 2013

Momentos de relajación

Contemplar una puesta de sol, sentarse a orillas de un lago, un masaje en un spa...
Otros evocan imágenes menos convencionales. Por ejemplo, según mi mamá esta es la imagen más representativa de la relajación:

 Un domingo, mi papá y yo...