jueves, 9 de enero de 2014

Como hacer magia con palabras

Hace más de 50 años, un filósofo llamado John Austin escribió un libro titulado "Como hacer cosas con palabras". Fue todo un éxito. Parece que a mucha gente le resultó novedoso que ciertas oraciones no se limiten a decir algo sino que también realicen algún tipo de acción.
Las palabras pueden cambiar el estado civil simplemente diciendo "Sí, quiero" durante la boda o dejar en libertad a alguien cuando el juez dice "Declaro al acusado inocente"
Austin llamó a estas oraciones formadas de palabras que hacen cosas "enunciados performativos". Pero existían desde mucho antes de que Austin les diera un nombre.

Pero lo que yo les quiero decir es que las palabras no solamente hacen cosas, también hacen magia.
Mamá no me quiere llevar a la plaza. Dice que hace demasiado calor. Entonces yo tomo algunas palabras: sombrero, protector solar, agua, sombra, árbol y - magia magia magia - mamá cambia de opinión.
Papá ya está perdiendo la paciencia conmigo. Me doy cuenta y rápidamente hilvano algunas palabras dulces en una oración. Y - magia magia magia - papa sonríe y se olvida de que estaba enojado.

Las palabras son mucho mejores que esa varita, que la mayor parte de las veces se limita a sacar un conejo o una paloma de un sombrero. Conejo o paloma que ya estaban adentro...

Son tan, pero tan poderosas que a veces con unas letras basta. Como cuando decíamos muchas palabrotas en el jardín. Ante nuestra resistencia a dejar de decirlas, la seño propuso edulcorarlas (o edulcurarlas). Y cambiamos algunas letras y empezamos a decir:
- Pelo duro
- Pucha mala
- Patooooo !!!!!
Y - magia magia magia - los grandes dejaron de indignarse o de amenazarnos con lavarnos la boca con detergente y empezaron a mirarnos con una sonrisa.

 
 
 

Haciendo magia con palabras logré que papá nos armara la pileta a medianoche :)

martes, 7 de enero de 2014

Más acá del bien y del mal

El sábado, en una plaza, me hice amiga de una nena que insistía en llamarme Lucy. Yo le repetía: no, no me llamo así, soy Cami, me llamo Camila.
Mamá estaba con cara de haberse quedado pensando. Cuando veníamos para casa, me dijo: Aunque digan que somos parecidas, me parece que tenés mucho menos de la mitad de mis genes...
Mamá me contó que un amigo de su mamá la llamaba Mariana en vez de Marina. Y la llamó así hasta los 18 años porque ella nunca lo corrigió (y después no habrán hablado más, no sé que pasó). Mi abuela le preguntaba: ¿Por qué no le decís que te llamas Marina? Y mi mama le decía que nombrar tiene una función, que es hacer referencia, y si eso se logra, ya se cumplió el objetivo, que no importaba...Ahí me abuela ya habrá sospechado que iba a estudiar filosofía y se habrá preocupado, se habrá agarrado la cabeza, porque ¿qué clase de persona estudia filosofía? Pero ese es otro tema.

Ella era así, indefinable en sus definiciones.
Mi abuela le pedía que contara en ingles del uno al diez y ella se negaba de plano. ¿Cómo le pedía que hiciera algo tan bobo? Pero no le decía lo que pensaba, simplemente se quedaba callada.
Y era un poco como ese filósofo alemán, que saludaba todos los días al diariero aunque éste nunca le devolvía el saludo. Porque no iba a dejar condicionarse por el diariero...
Y cuando se veía obligada dar una explicación o decir porque no le importaba algo, simplemente decía: "Estoy más allá del bien y del mal..."

Quisiera explicarle tantas cosas a mamá. Pero entre jugarle a la seño en el jardín, hacer los deberes, escribir lo que pienso y mantenerme actualizada con los últimos dibujitos animados, casi no tengo tiempo...
Quisiera decirle que desde el punto de vista de lo eterno casi nada es importante. Pero que mientras vivimos esta vida finita, tenemos que vivir como si las cosas fueran importantes.
Quisiera decirle que "más acá" es importante como te llamen, y si te llaman por tu nombre, por un apelativo cariñoso o por un insulto. Aunque en todos los casos la referencia sea exitosa (o justamente por eso).
"Más acá" si el diariero no te devuelve el saludo más de tres veces, no lo saludas más. "Más acá" hay exámenes de ingles nivel elemental, y es importante decir cosas básicas y aprobarlo.
Más acá soy vulnerable, pero soy fuerte.
Más allá sos tan invulnerable que, ser fuerte o no, se vuelve irrelevante.
Y entre más acá y más allá hay todo un mundo para explorar. Pero yo estoy más acá.

Mamá, estoy acá. Animáte. Acercáte que te espero.

Camila

Helena explorando el mundo.
 
 
En uno de los juegos de la plaza