jueves, 26 de marzo de 2015

La diferencia entre 10 y un montón

Mamá está tirada en el sillón, pensando. A veces creo que tiene razón mi papá cuando dice que está demasiado abstraída. O demasiado concentrada..., pero en otra cosa.
En lo que sin duda tuvo razón mamá fue en haber estudiardo filosofía. Díganme ustedes si no. Solamente a un filósofo se le ocurriría tirarse en el sillón a pensar en la diferencia entre 10 y un montón. Y me siento un poco responsable. Después de todo fui yo la que lo dijo. Hace unos días, mamá me preguntó:
- Camila, del 1 al 10 cuánto me querés? Diez es lo máximo y uno es el mínimo.
Y yo le contesté:
- Mamá, yo a vos te quiero un montón! A la que quiero con números es a Helena.


Acá la personita a la que quiero con números.
 Mamá y yo.
 
 
La personita que quiero con números (siempre en el medio) con mamá y papá...

¡No sólo no existe sino que además es más bajito que Helena!!

Todo comenzó cuando yo empecé a sentir miedo. No quería estar sola. Seguía a mamá por toda la casa como una sombra. Si olvidaba algo en mi habitación, quería que alguien me acompañara a buscarlo.
Mamá me dijo:
- Cami, qué pasa? Vos que siempre te quedabas sola viendo tele o jugando mientras yo estaba en otra habitación, cambiaste. ¿Qué pasó?
- Es que tengo miedo_ le expliqué.
- ¿A qué le tenés miedo?
- ¡A Pachorra!
Pachorra es uno de los caracteres de la publicidad de Yogurísimo energía total. Pachorra ataca a las personas consumiendo su energía y comer el yogurth es la forma de evitar que te ataque Pachorra. Como a mí no me gustaba ese yogurth, me había dado cuenta de que no me podía defender de Pachorra. Y tenía miedo...

Vas sola al comedor y ahí te puede estar esperando...


- Pero Pachorra no existe!!! _ afirmó categóricamente mamá.
- No puede ser, mamá. Yo lo veo todos los días en la tele...
- Pero es un ser de ficción. Sólo existe en tanto tal... Viste Cami, que como decía Aristóteles, el ser se dice de muchas maneras. Y Pachorra es un ser ficticio que sólo puede atacar en la imaginación.
- ¿Entonces puede atacar? Y si ataca, existe...
- No, Cami. Pachorra no ataca a nadie. Su único objetivo es hacer que la gente compre determinado yogurth, que la empresa para la que trabaja gane plata. ¿Entendés?
- No
- Cami, Pachorra únicamente atacaría si eso hiciera que la gente comprara más yogurth. Nunca atacaría "en sí".
- En sí? En otro? El ser? Que tiene que ver la ontología en todo esto? Mamá, me estás volviendo loca.


La conversación era un claro ejemplo de que la filosofía puede venir a complicar bastante las cosas. Y así continuaba...
Hasta que mamá se cansó. Y dijo la siguiente incongruencia con absoluta seguridad:
- Camila, no le tenés que tener miedo a Pachorra. ¡No sólo no existe sino que además es más bajito que Helena!!!!!
La verdad, no me convenció.Para no existir, tenía demasiadas cualidades:
- trabajar en la tele
- hacer que la gente compre yogurth
- hacer que tal empresa gane más plata
- y ser más bajito que Helena...


Puede estar hasta en la playa...