Las palabras pueden cambiar el estado civil simplemente diciendo "Sí, quiero" durante la boda o dejar en libertad a alguien cuando el juez dice "Declaro al acusado inocente"
Austin llamó a estas oraciones formadas de palabras que hacen cosas "enunciados performativos". Pero existían desde mucho antes de que Austin les diera un nombre.
Pero lo que yo les quiero decir es que las palabras no solamente hacen cosas, también hacen magia.
Mamá no me quiere llevar a la plaza. Dice que hace demasiado calor. Entonces yo tomo algunas palabras: sombrero, protector solar, agua, sombra, árbol y - magia magia magia - mamá cambia de opinión.
Papá ya está perdiendo la paciencia conmigo. Me doy cuenta y rápidamente hilvano algunas palabras dulces en una oración. Y - magia magia magia - papa sonríe y se olvida de que estaba enojado.
Las palabras son mucho mejores que esa varita, que la mayor parte de las veces se limita a sacar un conejo o una paloma de un sombrero. Conejo o paloma que ya estaban adentro...
Son tan, pero tan poderosas que a veces con unas letras basta. Como cuando decíamos muchas palabrotas en el jardín. Ante nuestra resistencia a dejar de decirlas, la seño propuso edulcorarlas (o edulcurarlas). Y cambiamos algunas letras y empezamos a decir:
- Pelo duro
- Pucha mala
- Patooooo !!!!!
Y - magia magia magia - los grandes dejaron de indignarse o de amenazarnos con lavarnos la boca con detergente y empezaron a mirarnos con una sonrisa.
Haciendo magia con palabras logré que papá nos armara la pileta a medianoche :)