jueves, 29 de agosto de 2019

Mi mamá imagina el futuro: acá ya estoy en el secundario....


Miré hacia la otra ventana y vi las copas de los árboles. El verde lo inundaba todo y sentí que ese era mi destino, pero ¿Cómo salir de allí?
Desde que me ratié del colegio, mi mamá me encerró en mi habitación. Ya hacía dos días que estaba allí, dentro de un departamento ubicado en el segundo piso de un edificio de cinco. Sólo se me permitía salir para ir al baño y mi mamá entraba dos veces por día a dejarme algo de comida. Me había dicho: “Después de estar una semana aquí dentro, te vas a dejar de sentir aburrida y encerrada en la escuela”.
Y todo por culpa de Lorena que, llegando a la puerta de la escuela, me dijo: “¿Y si nos rateamos?” Fuimos a desayunar al bar de la esquina y hablamos de un montón de cosas. Ya casi cuando nos estábamos por ir, entró la directora a almorzar y nos miró con cara de sorpresa. Se acercó y tan sólo nos dijo: “Tienen 24 amonestaciones. Una más y van a poder ratearse hasta el año que viene, ahí hacen quinto año tranquilas otra vez…”.
-          Mamá, mamá, abrime!_grité. Ya aprendí la lección!!
Y para mis adentros pensé: la próxima vez me voy a un parque.


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