miércoles, 14 de enero de 2015

Las preguntas más difíciles no son sobre sexo

Está esa idea tan difundida. Esa idea según la cual, llegado un momento, los hijos van a preguntar como llegaron a este mundo, o, más en general, de dónde surgen los bebés, las mascotas... y va a haber que explicarles. Y va a ser complicado, difícil, delicado. Hasta mi mamá pensaba esa perogrullada. Pero miren lo que pasó.

Ibamos caminando por la calle mamá y yo  y en dirección a nosotras se acercaban dos mujeres. Vestían unos vestidos largos negros con bordes blancos (que después mamá me dijo que se llamaban hábitos), un tocado negro en la cabeza, también con borde blanco, zapatos de taco bajo, nada de maquillaje, nada de bijuterie excepto por una cadena con una cruz, nada coquetas. Cuando nos cruzaron, le pregunté a mamá:
- Má, qué son y qué hacen?
- Son monjas y... y... hablan con Dios, pero no como hablamos nosotras. Suelen repetir algunas oraciones y ...y...
- Pero má, no es que no hay que repetir las cosas muchas veces? Vos te enojas cuando te digo lo mismo muchas veces.
- Pero bueno, Dios no, no le molesta o no sé... tiene infinita paciencia! Además las monjas suelen trabajar en cosas que ayudan a los demás como maestras, enfermeras... Y no sé que más hacen...

Y otro día pasamos delante de un hombre que pedía monedas. Y yo le pregunté a mamá porqué. Y tampoco supo explicarme muy bien...

Y más adelante pasaba un persona lisiada y yo pregunté que había pasado. Y mamá no quiso contestar nada. Y yo decidí que, por un tiempo, no preguntaba más. Me dio miedo que, por el mero afán de hablar de algo fácil, no conflictivo y no traumático mamá me propusiera hablar sobre sexo.




No hay comentarios:

Publicar un comentario